lunes, 6 de octubre de 2008

aveces activista no más


Entre activismos y más,
ahora que me despierto a veces con dolor de mundo
y otras con ganas de que desaparezcamos de este.
Que falta poco para que empiece a gritar esas frases de panfleto
y me lance a las calles con carteles, lista para batallar,
si no fuera porque sé que esta batalla así no sirve
y porque en el fondo no tengo esperanzas de gente.
Me lanzo a mi propia batalla,
donde solo trato de librarme de mi misma,
de que mi mirada no me acuse
y mi conciencia no me torture en las noches
o cuando veo el cielo cada vez mas pálido,
o cuando el corazón se me apachurra
y el vacío de la impotencia desborda mi estómago.
Me lanzo a mi propia batalla donde limpio mi conciencia
de las inconsciencias propias y ajenas.
Aunque sé que sólo son pañitos de agua tibia, es la forma en que libero un poco mi alma de la culpa.
De la traición, que por pertenecer a la especie con mayor dominio de la razón, fabricamos día a día, con nuestra capacidad de decisión y de disertar.
Nos alejamos de cualquier noción de equilibrio y preferimos seguir cruzando el camino que nos lleva a ser la única especie capaz de destruir al planeta.

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